Entre los oradores en la primera noche de la Convención Nacional Republicana estuvo el exiliado cubano Máximo Álvarez, hijo de españoles emigrados a Cuba, nacido en la Isla, y quien llegó a Estados Unidos en 1961 cuando tenía 13 años.
Alvarez expuso los peligros del socialismo al que a su juicio se está acercando el Partido Demócrata y pesa sobre la nación americana.
Contó como su familia tuvo que huir del comunismo en dos ocasiones, primero de España, durante la Guerra Civil, y después de Cuba, cuando Fidel Castro tomó el poder en 1959. "He visto ideas como estas antes, y no podemos permitir que se apoderen de nuestro país", advirtió Álvarez.
El cubanoamericano, presidente de la red de estaciones de servicio Sunshine Gasoline Distributors, participó en julio en una reunión que el presidente Trump celebró en un templo de Miami con dirigentes del exilio cubano y venezolano, dedicada a exponer los peligros del socialismo que a su juicio representa el candidato demócrata a la presidencia, Joe Biden.
Durante esa reunión en Miami, Álvarez habló de forma apasionada en contra del comunismo y a favor de Trump y contó cómo Castro les expropió el pequeño negocio que tenían en Cuba y cómo llegó él a Estados Unidos en 1961, cuando era adolescente.
Esa misma pasión la repitió este 24 de agosto del 2020 en Carolina del Norte, al exponer ante la audiencia de la convención su historia personal y los peligros que representan para un país las ideas y los experimentos del socialismo.
El empresario es uno de los casi 14.000 niños cubanos traídos a EE.UU. por organizaciones católicas para que no fueran adoctrinados ideológicamente en Cuba tras el triunfo en 1959 de la revolución. Ese puente aéreo se llamó "Operación Peter Pan".
"Máximo Álvarez es alguien emblemático para el tema 'Tierra de Promesas' que domina esta noche la convención y estamos honrados de hacer que se dirija a la nación", dijo a la agencia Efe Giancarlo Sopo, director para medios hispanos de la campaña de Trump para la reelección.
Sopo, que es cubano-estadounidense, indicó que "Máximo, como muchos otros exiliado e hispanos del sur de Florida, experimentó personalmente los horrores del socialismo y ofrecerá un poderoso discurso al país acerca de por qué no queremos esa odiosa ideología en EE.UU.".
Alvarez, con lágrimas en los ojos y voz quebrada, pidió a los estadounidenses que visitaran la Torre de la Libertad en Miami para que vieran la historia de las familias cubanas, que dieron hasta la vida para recobrar la libertad. "Mírenlo, óiganle, aprende de la verdad", dijo Alvarez. "He escuchado las promesas de Fidel Castro (...) He visto estos
movimientos antes. He visto ideas como éstas antes y estoy aquí para
decirles, no podemos dejar que se apoderen del país...Soy nacido en Cuba, pero 100 por ciento americano", dijo este hombre de origen cubano.
Destacó en su intervención que Trump está luchando contra las fuerzas del comunismo y la anarquía en Estados Unidos. "Ustedes y yo vamos a decidir, yo escogí a América, por eso me decidí por Trump", declaró al finalizar su alocución.
(Con información de las agencias EFE, AP y redes sociales)