"Por primera vez se realiza un proceso de entrega de tierras a una empresa extranjera, para que se encargue de su explotación", anunció esta semana Jorge Félix Chamizo, subdirector de la empresa Granos de Los Palacios, en Pinar del Río.
Según el funcionario, las tierras fueron arrendadas a una empresa vietnamita, de la cual no se ha precisado el nombre, y que aspira a obtener, en un plazo de tres años, hasta 3.000 hectáreas cultivadas.
Tienen que hacerlo de cero
Desde Los Palacios, el líder de la Liga de Campesinos Independientes de Cuba, Esteban Ajete Abascal, dijo a Martí Noticias que revivir este complejo arrocero implica una inversión de millones de dólares.
"Ahí eso está totalmente destruido. Cuando ellos te dicen que hay un poquito de maleza, hay que ir allí para que vean todo, la mayoría de todo el proyecto que había anteriormente, todo está perdido, los canales están tupidos con el marabú. Ahí lo único que se estaba ahora criando, porque eso se da donde quiera, es el búfalo... un puñado de búfalos que hay sueltos allí abajo, pero todo lo demás tienen que hacerlo de cero. Esto va a costar millones de pesos para los inversores extranjeros y al final de la jornada, todo va a convertirse en un gran fracaso, no es que yo quiera ser pesimista, es que la realidad lo ha dicho durante 66 años", opinó el activista.
Ajete Abascal recordó que del año 93 al 96 los vietnamitas iniciaron un emprendimiento similar en esa zona.
"Tuvieron que abandonar el proyecto realmente por la ineficiencia del gobierno, la ineficiencia de (Grupo Empresarial) Acopio. Se ponen a escuchar los cantos de sirena y creen que van a levantar un gran proyecto en Cuba, que van a hacer dinero, y al final terminan fracasados, terminan robados, y al final terminan yéndose", opinó el opositor.
A su juicio, lo que necesitan los agricultores pinareños para revivir las producciones es ser dueños de sus tierras, sin mediación del Estado.
"Que le den la posibilidad a los campesinos de exportar, de importar, de poder comprar directamente sus insumos y maquinarias. Que el campesino de Los Palacios se sienta dueño de lo suyo, y usted verá que va a haber arroz en Los Palacios y donde no es Los Palacios", enfatizó Ajete Abascal.
¿Por qué se prefiere a una empresa extranjera?
Por su parte, el economista cubano Mauricio De Miranda Parrondo en sus redes sociales cuestionó que no se fomentara la producción entre los agricultores locales.
"Muy bien, una vez más, quienes dirigen Cuba apuestan por el extranjero antes de promover la producción de la que se beneficien los cubanos.
Estoy de acuerdo con promover la inversión extranjera directa (IED). De hecho, es una necesidad para Cuba. Sin embargo, ¿por qué no solo no se promueve la inversión cubana sino se restringe? ¿por qué no se adoptan las medidas necesarias para que los campesinos cubanos se beneficien al producir, sin las restricciones actuales que les impiden obtener las utilidades que obtendrían en un adecuado clima de negocios? ¿por qué no se fomenta la inversión de cubanos residentes en el exterior con las necesarias garantías legales? ¿por qué se prefiere a una empresa extranjera para que obtenga beneficios de su actividad con el trabajo de los cubanos y no a emprendedores nacionales?", opinó el experto.
De Miranda Parrondo llamó la atención acerca de falta de información sobre la identidad de la compañía a la que se le arrendará el plan arrocero de Los Palacios: "Por cierto, la empresa vietnamita que producirá arroz en Pinar del Río es ¿privada o estatal? ¿Por qué el periódico Granma no le dice a sus lectores el nombre de la empresa vietnamita para que podamos investigar sobre ella?".
Al pie del comentario del economista, el profesor universitario Gustavo Arcos opinó: "Cuba es un país prestado, alquilado, cuyo gobierno no se cansa de repetir la narrativa de los sacrificios en aras de la independencia y nunca ha sido un país más dependiente que ahora. Depende de lo emigrados, de la inversión extranjera , de las donaciones, de las migajas que alguien decide regalar o entregar cuando algún desastre natural nos azota. Todo se importa, llega de otras partes porque apenas se generan bienes y recursos dentro del país. Ese tema de las importaciones fue una constante en los discursos de Raúl Castro cuando asumió el poder y...¿Qué pasó? Que ahora importamos mucho más. ¿Cuántas reuniones y congresos, cuántos talleres y visitas "gubernamentales" se hacen cada año y......¿no hay solución para la alimentación, ni para nada? Porque mientras ellos sigan creyendo que los problemas los produce la gente, el mal trabajo de un funcionario, de un dirigente local, en resumen, de un individuo o pequeño grupo y no de un sistema que hace rato dejó de funcionar, las cosas seguirán empeorando. La solución entonces es vender el país, las tierras, los cayos, los terrenos, da igual si son vietnamitas, rusos, chinos o españoles, cualquiera es mejor que los cubanos. A estos, leyes, medidas, decretos, restricciones, castigos".
De las 700.000 toneladas métricas de arroz que se consumen en Cuba anualmente, la mayoría proviene de importaciones desde Vietnam.
Datos de la estatal Oficina Nacional de Estadísticas e Información, citados por la agencia Reuters, indican que la producción local de arroz alcanzó un máximo de alrededor de 250.000 toneladas métricas en 2018 antes de que comenzara la crisis económica y ha caído más del 80% desde entonces.
En agosto de 2024 el Ministerio de la Agricultura en Cuba anunció el plan bautizado como "movimiento de arroz popular" en el que se ordenaba a los cubanos cultivarlo en "pequeñas extensiones de tierra".
En ese entonces las autoridades dijeron que "en esa modalidad productiva están vinculados más de 3.000 productores en los municipios de Bayamo, Manzanillo, Campechuela, Media Luna, Niquero, Bartolomé Masó, y en menor medida, Cauto Cristo y Jiguaní; así como en Yara y en Río Cauto".
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