El gobierno de Estados Unidos está monitoreando “muy, muy de cerca” la expansión de la presencia militar china en Cuba, dijo el Departamento de Estado a Martí Noticias este martes tras la publicación de un nuevo informe que muestra nuevos detalles de presuntas bases de espionaje de Beijing en cuatro puntos de la geografía cubana.
“Esto es algo que hemos estado monitoreando muy, muy de cerca, y hemos sido muy claros al respecto. Protegeremos nuestra patria y protegeremos nuestros intereses”, dijo un vocero del Departamento de Estado ante preguntas de este medio.
“Evaluamos que nuestro esfuerzo diplomático ha frenado los intentos de la República Popular China (RPC) de proyectar y mantener su poder militar en todo el mundo. La RPC seguirá intentando aumentar su presencia en Cuba, y nosotros seguiremos trabajando para interrumpirlo”, agregó.
Una reciente investigación del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) ha revelado detalles sobre cuatro instalaciones en Cuba que podrían estar respaldando los esfuerzos de China para recopilar inteligencia en la región, particularmente sobre Estados Unidos y sus vecinos.
El informe destaca el uso de estas bases para operaciones de intercepción de señales (SIGINT), un componente clave en la recolección de información sensible.
Según el estudio, publicado la semana pasada, las instalaciones incluyen sitios de décadas de antigüedad que han sido modernizados y otras construcciones más recientes. Estas ubicaciones fueron seleccionadas tras analizar una docena de sitios en la isla y son consideradas las más relevantes para las actividades de inteligencia de China.
Entre las principales bases que identifica el estudio está la de Bejucal al sur de La Habana. Imágenes satelitales de marzo de 2024 muestran cinco entradas a instalaciones subterráneas construidas entre 2010 y 2019, aunque su función específica no se ha determinado.
Sin embargo, desertores cubanos señalan que podría tratarse de la sede de la brigada radioelectrónica de inteligencia militar cubana. Además, la base cuenta con múltiples antenas que parecen diseñadas para interceptar comunicaciones satelitales y monitorear lanzamientos espaciales desde Estados Unidos.
A unos 10 kilómetros al norte de Bejucal se encuentra la instalación conocida como El Wajay, señala el estudio. En las últimas dos décadas, esta base ha crecido significativamente, pasando de una sola antena en 2002 a un complejo con 12 antenas, un parque solar y edificios operativos, explicó el CSIS. Este crecimiento sugiere que desempeña un papel en misiones de inteligencia cada vez más complejas, añadió.
Por otro lado, la instalación en Calabazar, también cerca de La Habana, incluye una variedad de antenas y un parque solar más grande. Aunque no se ha vinculado directamente con China en documentos públicos, desertores cubanos afirman que forma parte de los esfuerzos de inteligencia de la isla.
El informe también detalla un sitio inédito en el este de Cuba, cerca de Santiago de Cuba. Se trata de una gran matriz de antenas construida desde 2021 en El Salao. Según el CSIS, este conjunto de antenas tiene capacidad para detectar señales a distancias de entre 3,000 y 8,000 millas náuticas, lo que refuerza el alcance de las actividades de inteligencia en la región.
Por su parte, la embajada china en Cuba, en un comunicado, calificó el domingo el informe de pura fantasía y dijo que carece de fundamento.
“China y Cuba son buenos amigos, buenos compañeros y buenos hermanos. La cooperación China-Cuba es justa, abierta y mutuamente beneficiosa, que no apunta contra terceras partes. Nunca aceptamos ninguna calumnia malintencionada o campaña de desprestigio por las partes interesadas”, dijo la Embajada.
Las alegaciones del estudio también fueron desmentidas por la Subdirectora General de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Johana Tablada, quien aseguró que “no existen” bases chinas en Cuba. “Búsquense otra mentira”, añadió en referencia al gobierno de Estados Unidos.
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